Así se llamó el conversatorio sobre experiencias en co-diseño y co-investigación que se desarrolló el viernes 5 de enero en dependencias de la Facultad de Ingeniería de la PUCV.
Esta actividad forma parte de un proyecto liderado por la Directora de la Escuela de Pedagogía PUCV, Dra. Vanessa Vega, y donde participan académicos y profesionales de las áreas de Educación, Diseño, Informática e Ingeniería que pertenecen a la PUCV y de otras instituciones de educación superior de Chile y el extranjero.
Además, cuenta con un equipo asesor integrado por personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, quienes han sido claves a la hora de desarrollar el prototipo de la aplicación móvil que fue presentada durante el conversatorio.
Bajo la premisa de “accesibilidad cognitiva”, el equipo está generando una aplicación móvil para trabajar con personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, permitiendo evaluar por medio de una plataforma web, el nivel de autodeterminación alcanzado y categorizarlas según criterios previamente establecidos.
Camila Zamora, coordinadora general de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados (VRIEA) PUCV, destacó que este es un proyecto muy importante para la Universidad que ha contado con apoyo desde un inicio. “Queremos seguir en esta línea respaldando estas ideas que se generan con la comunidad y con las personas con discapacidad intelectual, protagonistas reales de lo que se construye y eso hace que tenga una usabilidad mayor y los impactos proyectados sean mayores”, resaltó.
Agregó que este tipo de experiencias promueven la interdisciplinariedad y el impacto social del trabajo que realiza la Universidad, desde recursos económicos, intelectuales y de disposición de personas.
Por otro lado, la ayudante del proyecto y estudiante de Educación Especial PUCV Paulina Carrasco, valoró el empoderamiento de las personas que presentan discapacidad intelectual y del desarrollo en torno a sus capacidades.
“Ha sido maravilloso cómo ellos han ido valorando las capacidades que tienen. Uno de los mayores aprendizajes es no darse por vencido o que no hay un límite para las personas con discapacidad”
, señaló.
Oscar Arancibia, estudiante de Ingeniería en Ejecución Informática de la PUCV, quien es parte del proyecto, manifestó:
“es algo novedoso y estar en un proyecto interdisciplinario no es algo fácil de hacer y que permitió tener muchos aprendizajes. Hubieron distintas miradas para sacar un proyecto adelante y tener un buen resultado es lo que más rescato de esta aplicación”.
Desde la visión de las familias de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, se valoró esta experiencia de aprendizaje.
“Lo encuentro maravilloso, porque se necesita la tecnología para la vida, y esto que se hizo a la medida de las persona con discapacidad es maravilloso. Mi hija está muy empoderada con esto de ser asesora y participar de un proyecto de la universidad, le ha abierto un mundo”, dijo Michelle Abbott, madre de una de las participantes.
Por su parte, Madeleine Polman, madre de otra de las asesoras del proyecto, explicó:
“Esta experiencia ha sido súper enriquecedora para ellos y para nosotros como papás. El trabajo que se hace acá es maravilloso, porque será una excelente herramienta para jóvenes con discapacidad intelectual. También los papás podemos saber cuán autodeterminados son o quieren ser, porque a veces los sobreprotegemos”.